Ser poeta no es una ambición mÃa, es mi manera de estar solo...Pessoa
A mi padre, in memoriam Sucede que en una tarde cualquiera el viejo árbol se despoja de los pájaros cierra sus hojas y echa sus raÃces al viento Sucede que a veces también soy pájaro despojado de nubes Sucede como hoy que duele la tierra donde fuimos árbol y canto.
A Carlos Bonell, maestro, tiene seis lÃneas, como su guitarra... Más alto que Dios, era aquel cedro rojo un dÃa se llevó al pecho el sol para que al borde de su dulce abismo el hombre encendiera la quietud del aire. Es asà como devuelve el canto noble al reino de los pájaros, la savia de los astros, en sus manos está a salvo.
A mi padre, in memoriam Sucede que en una tarde cualquiera el viejo árbol se despoja de los pájaros cierra sus hojas y echa sus raÃces al viento Sucede que a veces también soy pájaro despojado de nubes Sucede como hoy que duele la tierra donde fuimos árbol y canto.
En lo alto de un pájaro
se dilata el aire, traspasándose a sà mismo.
Cruje el maderámen convencido de la eternidad en su boca abierta
brilla la tarde en lento giro
ascendiendo con sus huesos celestes
hasta la pupila de aquel pájaro.
Y se va recogiendo uno a uno el canto
para hacerse memoria nocturna
de la mujer que empuja el pedal
del hombre que amansa la piedra.
Hombre y mujer saben que nunca les faltará el alba
si con ellos dos bastara para hacerse esféricos y constelados
en lo alto de un pájaro.